Cirugía menor y enfermería, dos viejos conocidos.

Durante los últimos años, en más ocasiones de las que me gustaría recordar, he escuchado la siguiente frase: “pero bueno, qué les pasa a las enfermeras, que ahora de repente les ha dado por hacer cirugía menor…” así que yo, sabiendo como sé que esto de la enfermería y la cirugía menor no es algo reciente, me propuse hacer un recopilatorio de los textos legales en los que se vincula a esta noble profesión con este bonito arte. Fruto de esta recopilación, surge el artículo que está a punto de leer, en el que analizaremos el vínculo entre la enfermería y la cirugía menor a lo largo de los años.

Como decíamos, la relación entre la enfermería y la cirugía menor ha evolucionado significativamente a lo largo del tiempo. Desde los primeros registros en el siglo XIX hasta la consolidación de competencias específicas en el siglo XXI, los profesionales de enfermería han jugado un papel crucial en la práctica de la cirugía menor. Veamos pues, cada etapa de este proceso, no sin antes puntualizar que toda esta recopilación de textos legales se realiza de acuerdo al marco normativo español, por lo que la situación en otros países puede diferir de lo que aquí se explica.

1. Los Primeros Pasos (1846 – 1857)

Las primeras referencias que fui capaz de encontrar, lo cual no significa que sean las primeras necesariamente, datan de 1846, en las que se menciona la titulación de “ministrante”, un término antiguo que designaba a los practicantes de la salud encargados de tareas básicas, incluyendo algunos procedimientos menores. Aunque esta titulación no era específica para enfermería, sienta las bases de una profesionalización temprana en la práctica de cuidados básicos y técnicas menores.

Más adelante, la Ley Moyano de 1857 representa un avance significativo, estableciendo un marco educativo para practicantes que incluía una formación rudimentaria en procedimientos quirúrgicos menores. Esta ley marcó el inicio de una estructura más formal y organizada en la formación de profesionales de salud, allanando el camino para futuras regulaciones más detalladas.

2. Regulación y Competencias (1861 – 1888)

La regulación de 1861 es un hito crucial en la historia de la cirugía menor en la enfermería. Este reglamento empieza a definir más claramente las competencias de los practicantes, estableciendo la importancia de su formación en técnicas quirúrgicas menores. El texto legal, en su artículo 49 dice así: “El título de Practicante sólo autoriza para ejercer la parte meramente mecánica y subalterna de la Cirugía”.

Posteriormente, todavía en el siglo XIX, en 1888, el Real Decreto de 16 de noviembre regula de manera más estricta las competencias de practicantes y matronas, delineando sus roles en la cirugía menor y fortaleciendo su posición en el sistema sanitario. Este periodo es fundamental, ya que sienta las bases para el reconocimiento de la enfermería como una profesión capacitada para realizar intervenciones quirúrgicas básicas, siempre bajo una regulación estricta que garantizara la calidad y seguridad de los cuidados. Este reglamento, en su artículo 1º, dice lo siguiente: “… el título de Practicante habilita para el ejercicio de las pequeñas operaciones comprendidas bajo el nombre de Cirugía Menor”.

3. Consolidación Profesional (1945 – 1953)

El BOE de 1945 y la normativa de 1953 reflejan una consolidación de las competencias de los practicantes, ahora claramente involucrados en procedimientos de cirugía menor. Estas regulaciones enfatizan la necesidad de una formación específica y continua, señalando la creciente profesionalización de la enfermería en este campo. En estos años, la enfermería empieza a ser reconocida no solo como un apoyo al médico, sino como una disciplina con su propio ámbito de competencias, especialmente en la realización de procedimientos menores que requieren precisión y conocimiento técnico.

Prueba de lo anterior, es lo que publica el B.O.E. Nº 339, de 5 de Diciembre de 1945 en su artículo 7: “El título de practicante habilita para realizar, con indicación o vigilancia las siguientes funciones: 1º Para el ejercicio de las operaciones comprendidas bajo el nombre de Cirugía Menor”.

4. Modernización y Expansión (1960 – 1977)

El decreto de 1960 y la normativa de 1977, año en el que la enfermería entra en la universidad en España, marcan un periodo de modernización y expansión de las competencias de los enfermeros, incluyendo la cirugía menor. Este periodo ve la introducción de nuevas tecnologías y técnicas, y una mayor responsabilidad de los enfermeros en procedimientos quirúrgicos básicos, bajo supervisión médica. Es una época de cambios y adaptaciones, donde la enfermería se va posicionando como una profesión esencial en el ámbito sanitario, con competencias cada vez más amplias y reconocidas, pero sin perder las ya adquiridas hasta la fecha, tal como dice en el artículo tercero del Decreto 2319/1960, del 17 noviembre: “Los Practicantes tendrán las mismas funciones de los Ayudantes técnicos sanitarios, sin pérdida de ninguna de las que se fijaron en el artículo 7º de los Estatutos de las Profesiones Auxiliares Sanitarias del B.O.E. de 5 de Diciembre de 1945”. En este punto cabe recordar que dicho artículo del BOE de 1945, habilitaba a los practicantes para el ejercicio de la cirugía menor.

5. Especialización y Reconocimiento (1995 – 2010)

A partir de 1995, con el Real Decreto 63/1995 y el posterior BOE de 2003, se empieza a reconocer formalmente la especialización en enfermería, incluyendo competencias específicas en cirugía menor.

El Real Decreto 1030/2006, por el que se establece la cartera de servicios comunes del SNS establece, entre otras cosas, la cartera de servicios comunes de atención primaria, donde se detallan las siguientes competencias: “2.2.14 Cirugía menor, que incluye la realización de procedimientos terapéuticos o diagnósticos de baja complejidad y mínimamente invasivos, con bajo riesgo de hemorragia, que se practican bajo anestesia local y que no requieren cuidados postoperatorios, en pacientes que no precisan ingreso, conforme a los protocolos establecidos y la organización propia de cada servicio de salud”.

Y, por último, en el texto legal más reciente, tenemos la Orden 1729/2010, de 17 de junio, por la que se aprueba y publica el programa formativo de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria. Aquí se consolida la formación en cirugía menor como parte integral del currículo de los enfermeros especialistas. Dentro de sus competencias clínicas avanzadas en el ámbito familiar y comunitario, podríamos destacar la siguiente: “Planificar, dirigir, desarrollar y evaluar, junto a otros especialistas y profesionales, programas de cirugía menor en los ámbitos de intervención de la enfermería familiar y comunitaria”.

Conclusión

La historia de la cirugía menor vinculada a la enfermería es una historia de evolución y profesionalización. Desde los primeros pasos en el siglo XIX hasta la consolidación de competencias especializadas en el siglo XXI, los enfermeros han jugado un papel crucial en la realización de procedimientos quirúrgicos menores. Este recorrido histórico no solo destaca la importancia de la formación y la regulación, sino también el compromiso constante de los profesionales de enfermería por mejorar la atención sanitaria y adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad.

Como enfermero comprometido con la formación continua, creo firmemente que la educación y la actualización constante son claves para mantener altos estándares de calidad en nuestra profesión. La cirugía menor es hoy una competencia reconocida y valorada dentro de la enfermería, resultado de décadas de evolución y adaptación. Este reconocimiento no solo mejora la calidad de la atención sanitaria, sino que también enriquece nuestra profesión, abriendo nuevas oportunidades y desafíos para todos nosotros.

Si quieres ampliar información, en la bibliografía podrás ver una relación de los textos legales consultados y verificar la literalidad de las frases escritas en este artículo.

En Qeres Enfermería, continuaremos promoviendo la educación basada en evidencia para equipar a nuestros profesionales con las herramientas y conocimientos necesarios para enfrentar estos desafíos.

Para más información y formación continua, visita nuestra página web https://qeresformacion.com/

Por Adrián Suárez Alonso

Coordinador Docente en Qeres Enfermería

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