Tendinopatía aquílea.
Si al leer el título has tarareado la famosa canción del grupo Tequila “Salta”, entonces o ya tienes unos años encima o tu gusto musical se quedó en los 80 (si es así, bienvenido al club).
De cualquier modo, esta canción nos puede transportar a esas interminables horas de fiesta en las que podíamos estar saltando sin parar. Ahora bien, ¿os imagináis recordar esos momentos junto con una sensación dolorosa en el tendón de Aquiles?
Pues de esta sensación que haría sentarnos mientras el resto sigue saltando es de lo que vamos a hablar hoy.
Introducción a la tendinopatía aquílea.
Bueno, ya hemos visto que el dolor es algo complicado, pero dependiendo de la fuente de síntomas principal podemos tener más o menos pistas sobre el pronóstico y la evolución.
Hoy toca hablar del famoso dolor tendinoso, concretamente de la tendinopatía aquílea. Se trata de una patología que suele cursar con dolor, hinchazón y discapacidad funcional1, pudiendo generar un gran impacto socioeconómico2.
“¿Hinchazón? ¿Siempre? ¿Y cómo que dolor? ¿No se supone que un “daño” en el tejido no siempre tiene que ir asociado a dolor?”
¡Buen punto! Pero vayamos por partes.
Evolución de la tendinopatía.
Actualmente sabemos que muchas veces los cambios histológicos se dan antes de que aparezca dolor. Por ello podemos distinguir entre tendinosis (el tendón ha sufrido cambios) y tendinopatía (el proceso ha desencadenado dolor)3.
Es más, actualmente se cree que el tendón pasa por diferentes fases, cada una de las cuales con unas características concretas. Me refiero al Modelo Continuum expuesto por el equipo de Jill Cook en 2009 y revisado en 20164.
Básicamente, podemos distinguir 3 fases: una reactiva, donde veremos la hinchazón característica, otra en el que el tendón esté desestructurado, es decir, que haya sufrido cambios, pero no muy elevados, y otra en la que denominaríamos al tendón como degenerado (aunque la palabra tal vez no sea la más adecuada para usar delante de nuestros/as pacientes).
Dependiendo de la fase, el pronóstico y la evolución que comentábamos cambiará, por lo que deberemos ser críticos y evaluar correctamente, lo que nos lleva al siguiente punto.
¿Qué narices hacemos con las tendinopatías?
Una vez tengamos claro dónde estamos y que, por supuesto, no estamos trabajando con un tendón, sino con una persona que tiene dolor tendinoso (no lo olvidemos), toca ponerse manos a la obra.
Para ello, pensemos… ¿Qué le gusta a mi tendón?
“Ummm… ¿Que le inyecten corticosteroides?” Lejos, muy lejos. No olvidemos que el tendón transmite la fuerza del músculo al hueso y, en el caso del tendón de Aquiles, funciona como un muelle.
“¡Ah! ¡Pues saltos a la comba!”
¿Seguro? Eso sería como echar gasolina al fuego: a veces puede ayudar para ciertas cosas (supongo), pero el resultado puede no ser el deseado…
¿Se trata de un tendón reactivo, desestructurado o degenerado? ¿Mi paciente realmente necesita saltar a la comba? Y si lo necesitase, independientemente de la fase en la que esté, ¿tolera bien ese trabajo?
Es más, ¿dónde se sitúa la lesión de mi paciente? ¿En la porción media? ¿Insercional?
Sí que parece que tengamos claro hasta aquí que el tendón necesita carga, pero… ¿Cómo lo haríais?
En el siguiente artículo seguiremos con el tema y hablaremos de la tendinopatía más frecuente en el miembro inferior, que, por cierto, esta no es… ¿Sabríais decir cuál?
¡No olvidéis comentar y nos vemos pronto!
Ideas clave:
- El dolor tendinoso puede caracterizarse por dolor, hinchazón y discapacidad funcional, pero dependerá de la fase en la que se encuentre.
- El tratamiento por excelencia para una tendinopatía se centrará en el ejercicio.
- Aunque el tendón de Aquiles se asemeje a un muelle y debamos trabajar con ejercicio, puede que tengamos que dejar la pliometría para más adelante y comenzar con gestos más sencillos y mejor tolerados.
Referencia Bibliográfica:
- D’Addona A, Maffulli N, Formisano S, Rosa D. Inflammation in tendinopathy. Surgeon. 2017;15(5):297-302.
- Longo UG, Ronga M, Maffulli N. Achilles Tendinopathy. Sports Med Arthrosc Rev. 2018;26(1):16-30.
- Magnusson SP, Langberg H, Kjaer M. The pathogenesis of tendinopathy: balancing the response to loading. Nat Rev Rheumatol. 2010;6(5):262-8.
- Cook JL, Rio E, Purdam CR, Docking SI. Revisiting the continuum model of tendon pathology: what is its merit in clinical practice and research? Br J Sports Med 2016;50:1187-91.