intrusismo fisioterapia

El intrusismo en la fisioterapia

Seguro que todos hemos visto alguna vez una noticia sobre intrusismo laboral. Es una práctica peligrosa que inunda varios sectores profesionales, entre ellos, la fisioterapia. Debemos estar atentos y combatirlo de todas las formas posibles. Estar en continuación formación y conocer las diferencias entre distintos profesionales, tratamientos y competencias pueden ayudarnos a combatir el intrusismo en la fisioterapia.

¿Qué es el intrusismo?

Según la RAE, es el “ejercicio de una actividad profesional por parte de una persona sin título o autorización necesarios para ello”. Se trata, en definitiva, de falsear una información y hacerse pasar por un profesional de una materia sin realmente serlo y ejercer como tal.

También hay quienes realizan prácticas que exceden los límites de su campo y tratan a pacientes con técnicas para las cuales no tienen formación o acreditación. Esto puede resultar muy peligroso, sobre todo si nos referimos al ámbito sanitario. Ponerse en manos de un profesional no cualificado puede tener consecuencias muy graves para nuestra salud.

El intrusismo profesional dentro de la fisioterapia

Si bien es cierto que muchas profesiones se ven afectadas por este fenómeno, el caso del intrusismo en la fisioterapia es llamativo y uno de los más importantes de entre los ejemplos de intrusismo sanitario. Existen masajistas que se hacen pasar por fisioterapeutas, peluquerías o centros de estética que realizan tratamientos de fisioterapia, personas sin ningún tipo de formación que tratan a pacientes…

Se ha llegado hasta tal punto que se ha creado una asociación de Afectados por Fisoterapia, Osteopatía y Quiropráctica para denunciar estos hechos y ayudar a las víctimas, así como una plataforma web a través de la cual denunciar rápidamente en el momento en el que se detecte alguna mala o fraudulenta práctica.

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Estas prácticas de intrusismo en la fisioterapia se ven alimentadas por la falta de información que muchas veces impera entre la ciudadanía. Cada vez hay más técnicas y tratamientos (puedes conocer algunas técnicas nuevas en nuestro blog) y los ciudadanos no conocen con claridad las diferencias entre algunos profesionales sanitarios y sus competencias. Un primer paso para combatir el intrusismo dentro de la fisioterapia sería educar en salud y en sanidad.

Diferencias entre fisioterapeuta y masajista

Un fisioterapeuta y un masajista no son lo mismo y es aquí donde más intrusismo en la fisioterapia se produce. Muchos ciudadanos desconocen la diferencia y piensan que, o son lo mismo, o pueden realizar las mismas funciones.

Sin embargo, el masajista ejerce un oficio, no una profesión regulada y titulada, a diferencia de la fisioterapia. Por lo tanto, el masajista no puede tratar patologías ni hacer ningún tratamiento terapéutico al no tratarse de una profesión sanitaria.

Diferencias entre fisioterapeuta y osteópata

La osteopatía es una herramienta más en la que se pueden especializar los fisioterapeutas para prevenir, tratar o curar patologías que puedan padecer los pacientes, pero no es en sí una profesión sanitaria. Por lo tanto, su ejercicio debe estar reservado a fisioterapeutas titulados y colegiados que se especialicen en esta práctica.

Diferencias entre fisioterapeuta y quiropráctico

Este es uno de los casos que presenta más confusión entre la población y, por tanto, mayor intrusismo en la fisioterapia. Según la Federación Mundial de Quiropráctica, la quiropraxia es la profesión que se dedica al diagnóstico, tratamiento y prevención de patologías o trastornos del sistema muscular y esquelético con manipulaciones articulares y tratamientos manuales.

Sin embargo, en España, a diferencia de otros países, la quiropraxia no es una profesión sanitaria por lo que no tiene ninguna validez legal. De todos modos, hay fisioterapeutas que, dentro de su variedad de servicios y especialidades, ofrecen tratamientos a sus pacientes con técnicas quiroprácticas ya que poseen formación adicional al respecto.

Intrusismo en la fisioterapia desde el punto de vista del paciente

Ya hemos visto los distintos tipos de intrusismo que existen en la fisioterapia y la importancia que tiene denunciar todos estos casos para cuidar nuestro sistema sanitario y nuestra salud. Sin embargo, hay más pasos que los ciudadanos pueden dar para evitar caer en las manos de esos falsos profesionales.

Por un lado, siempre deben exigir ser tratados por un profesional titulado en la materia en la que desean recibir tratamiento, en este caso, en fisioterapia. Las personas con títulos oficiales ofrecerán unas garantías muy distintas a aquellos que no han recibido la formación necesaria como para ejercer. Saber que el profesional a nuestro cargo está en posesión del título expedido por una universidad oficial dará una mayor tranquilidad.

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Además, el paciente puede exigir ver el documento que acredite que el profesional está colegiado. En España, estar colegiado como fisioterapeuta es un requisito fundamental para poder ejercer la fisioterapia. Cualquier ciudadano puede contactar con el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de su región para preguntar por dicha información antes de recibir su tratamiento.

Por último, los pacientes pueden exigir ver el documento que acredite que el centro en el que se encuentra la clínica de fisioterapia está autorizado por la Consejería de Sanidad como un lugar en el que se pueden realizar prácticas sanitarias como la fisioterapia, cumpliendo con todos los requisitos de higiene y seguridad necesarios.

Además, recomendamos que el paciente pida toda la información que considere oportuna sobre el profesional, el tratamiento que va a recibir (naturaleza, expectativas, desarrollo…) y que desconfíe siempre de promesas, remedios y tratamientos “milagrosos”.

Consecuencias legales del intrusismo en la fisioterapia

 El intrusismo se considera una práctica grave y puede acarrear distintas consecuencias: desde multas que ascienden a altas sumas de dinero, hasta la cárcel.

Según el Código Penal, se considera intruso a aquel que “ejerce actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente”. Según el Código Penal, se distinguen dos casos de intrusismo:

  1. En el caso de que la actividad que se ejerza exija de un título oficial que acredite la capacitación y habilite para su ejercicio, la pena que “se impondrá la pena de multa de 3 a 5 meses”.
  2. Si el culpable, además, se atribuye públicamente de cualidades profesionales amparadas por un título oficial que no posee, “la pena impuesta será de 6 meses a 2 años de prisión”.

Combatir el intrusismo en la fisioterapia

El intrusismo en la fisioterapia, como hemos visto, resulta ser una práctica tremendamente peligrosa y, por desgracia, más extendida de lo que imaginamos. Por ello, resulta fundamental la unión para la lucha contra este fenómeno por parte de profesionales, Colegios Profesionales y medios de comunicación.

Combatir la desinformación y luchar por una profesión cada vez con mayor reconocimiento, que brinde un buen servicio a los ciudadanos, es responsabilidad de todos. Ser cada día mejores profesionales y continuar formándonos para que este servicio sea siempre de la mejor calidad, también. Por eso, te invitamos a conocer algunos de nuestros cursos, para que puedas seguir formándote y profundizando en tu profesión.

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